Las hojas son, generalmente, aéreas, planas y verdes.
Origen
Nacen en los nudos del tallo principal y de sus ramificaciones; se originan de una yema.
Partes
En la hoja se distinguen; limbo, pecíolo y vaina.
Limbo o lámina es la parte ensanchada de la hoja donde se cumplen las diferentes e importantes funciones antes citadas; presenta una cara ventral (superior) lisa y una cara dorsal con nervaduras que sobresalen.
El pecíolo es el cabillo o parte delgada, de forma acanalada, cilíndrica o aplanada que une el limbo con el tallo por medio de un ensanchamiento llamado vaina. Su función es la de acomodar el limbo a la luz solar y permitir la conducción de la savia por los haces de conducción que la recorren.
El pecíolo y la vaina pueden faltar en la hoja. Si carece de pecíolo, la hoja se llama sésil o sentada. A veces la vaina abraza al tallo y la hoja es envainadora (como en la achira).
Las nervaduras están formadas por haces de fibras que conducen la savia, estos son los haces de leño y liber que forman el esqueleto de la hoja y conducen la savia.
Si la hoja tiene una nervadura es uninervada (como en el pino); si tiene varias, es plurinervada (como en el poroto); si no se ramifican, es simplicinervada (como en el junquillo); si se ramifican, es retirnervada (como en la violeta), etc.
Clasificación
Al describir una hoja deben tenerse en cuenta todos los caracteres que presenta. Esto nos permite clasificarlas por: el borde del limbo, la forma del limbo, el pecíolo, la vaina, las nervaduras, etc.
Clasificación de las hojas:
Según el limbo:
Por el borde: entera, dentada, aserrada, festoneada, lobulada, hendida, partida.
Según la vaina: envainadora
Según la nervadura: uninervada o plurinervada.
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