miércoles, 19 de febrero de 2014

Aditivo alimentario.

Un aditivo alimentario es toda sustancia que, sin constituir por sí misma un alimento ni poseer valor nutritivo, se agrega intencionadamente a los alimentos y bebidas en cantidades mínimas con objetivo de modificar sus caracteres organolépticos o facilitar o mejorar su proceso de elaboración o conservación.

Grupos de aditivos más importantes 

Colorante alimentario

Los colorantes alimentarios son un tipo de aditivos alimentarios que proporcionan color a los alimentos (en su mayoría bebidas), si están presentes en los alimentos se consideran naturales y si por el contrario se añaden a los alimentos durante su preprocesado mediante la intervención humana se denominan artificiales. Suelen causar su efecto colorante en los alimentos ya en pequeñas cantidades (apenas concentraciones de centenas de ppm). En la actualidad la industria alimentaria emplea los colorantes alimentarios con el objeto de modificar las preferencias del consumidor.[1] El color es uno de los principales atributos para la preferencia de un alimento.

Edulcorantes

Se le llama edulcorante a cualquier sustancia, natural o artificial, que edulcora,[1] es decir, que sirve para dotar de sabor dulce a un alimento o producto que de otra forma tiene sabor amargo o desagradable.[2] Dentro de los edulcorantes encontramos los de alto valor calórico, como el azúcar o la miel por mencionar algunos, y los de bajo valor calórico, que se emplean como sustitutos del azúcar. En ambos tipos encontramos edulcorantes naturales y artificiales. Pero la mayoría de los edulcorantes bajos en calorías son de origen artificial.

 

                                     TIPOS:


1. Los naturales. Disponemos de dos tipos, los monosacáridos y los disacáridos. Entre los primeros mencionaremos a la glucosa, la fructosa y la galactosa. Y en los segundos, la sacarosa, la lactosa y la maltosa.
2. Los derivados de productos naturales. Son edulcorantes extraídos de diversos alimentos. Los extraídos de los almidones serían la glucosa, la isoglucosa y el jarabe de glucosa. De la sacarosa se puede extraer un edulcorante denominado azúcar inverso. Después tenemos otro grupo menos homogéneo de azucares, alcoholes y polioles, que albergarían al sorbitol, manitol, xilitol, isomalto, maltitol, lactitol, y el jarabe de glucosa hidrogenado.
3. Los sintéticos. El aspartamo, el acesulfamo, la sacarina, el ciclamato y la dulcina.
4. Otros. En otros incluimos a los de origen vegetal pero que su nivel de edulcorante o dulzor es superior a los mencionados al principio. Serían la taumatina, el esteviósido, la monelina y la dihidrocalcona. 

 

Etiquetado de fármacos

1
Lote y Caducidad del medicamento: El primero se expresa por letras y números y la caducidad indicando mes y año de caducidad.
2
Cupón precinto: Es lo que quitan las farmacias para adherir a la receta del Sistema Nacional de Salud. Incluye los datos del laboratorio y del medicamento y a veces algunas siglas.
3
Código Nacional: Es el número de identificación inequívoca del medicamento.
4
Símbolos: Que indican las características del medicamento (ver todos los símbolos)
5
Símbolos: Que indican el tipo de receta médica que precisa (ver todos los símbolos)
6
Siglas: Como: EFP (Especialidad Farmacéutica Publicitaria); ECM (Especial Control Médico); EC (Envase Clínico, para Hospitales); TLD (Tratamiento de Larga Duración, son medicamentos para enfermedades crónicas); DH (Diagnóstico Hospitalario). (ver todas las siglas)
7
Nombre Comercial: Los medicamentos genéricos llevan incorporado las siglas EFG.
Presentación: Se incluye la composición cuantitativa (Ej: 20 mg; 50 mg; 100 mg) y el nº de unidades (Ej. 20 comprimidos; 50 viales, etc.)
En el envase también figura la vía de administración (Ej: vía oral, vía intramuscular etc.)
8
Símbolo Sigre: Gestión de envases que eviten daño al medio ambiente.


Etiquetado de productos de limpieza

Lee bien las etiquetas, en ellas debe aparecer:
  1. El nombre de la sustancia, con una nomenclatura internacionalmente reconocida.
  2. El nombre y la dirección completa, incluido el número de teléfono, del responsable de la comercialización establecido en el mercado interior, bien sea el fabricante, el importador o el distribuidor.
  3. Los símbolos y las indicaciones de peligro. Los símbolos deberán ir impresos en negro sobre un fondo amarillo anaranjado.
  4. Las frases tipo R, que indican los riesgos específicos derivados de los peligros de la sustancia.
  5. Las frases tipo S que, a través de consejos de prudencia, establecen medidas preventivas para la manipulación y utilización de la sustancia.
  6. Número de registro CE de la sustancia y, además, la mención "Etiqueta CE".
Algunos compuestos que debes evitar
Productos detergentes, desinfectantes:
  1. Los tensoactivos contenidos en los detergentes y otros productos disuelven la grasa y facilitan su arrastre en el agua. Sin embargo, interaccionan en el medio ambiente pudiendo formar espumas, disminuyendo la difusión del oxígeno atmosférico y aumentando la toxicidad de algunos compuestos en el agua.
Algunos tensoactivos pueden comportarse como disruptores hormonales (alteradores del sistema hormonal). Además los detergentes pueden contener formadores de complejos que disminuyen la dureza del agua mejorando la actividad del detergente -a menudo fosfatos- y por multitud de aditivos. Los fosfatos pueden desencadenar la eutrofización de embalses.
  1. El glutaraldehído es un desinfectante muy poderoso, pero resulta altamente irritante y muy sensible al contacto con la piel y el sistema respiratorio. Causa dermatitis alérgica en contacto con la piel, asma, rinitis y conjuntivitis.
  1. El formaldehído es una sustancia corrosiva para los ojos, la piel y tracto respiratorio. La inhalación de este gas puede causar edema pulmonar. La exposición a niveles elevados puede producir muerte. Los efectos pueden aparecer de forma no inmediata. El contacto repetido o prolongado puede producir sensibilización cutánea y respiratoria. La sustancia es probablemente carcinógena para los humanos y puede causar daño genético. Posibilidad de urticaria inmunológica de contacto.
La lejía y los polvos:
  1. Los compuestos clorados como el hipoclorito sódico, que se encuentran en la mayoría de las lejías, emiten vapores tóxicos que irritan las mucosas, pudiendo dañar los pulmones. La lejía quema la piel y es tóxica por ingesta. Una vez en el medio ambiente puede formar sustancia organocloradas. Algunos polvos limpiadores contienen amoníaco, y por eso no deben mezclarse con lejía, pues estos emiten aminas cloradas tóxicas en forma de gases. La lejía y el amoníaco contaminan el agua y destruyen las bacterias beneficiosas que descomponen las aguas residuales. También perjudican los procesos de descomposición que tienen lugar en los tanques sépticos.

Símbolos y las indicaciones de peligro
La clasificación de los productos químicos en una o varias categorías de peligro se efectúa, de acuerdo con el Real Decreto 255/2003, por el que se regula la clasificación, envasado y etiquetado de preparados peligrosos y por la Nota Técnica de Prevención nº 635 (NTP 635) del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.
Muy tóxicos: Son aquellos que por inhalación, ingestión o penetración cutánea en muy pequeña cantidad pueden provocar efectos agudos o crónicos e incluso la muerte. Su etiquetado debe contener un pictograma con la expresión T+.
Tóxicos: Por inhalación, ingestión o penetración a través de la piel en pequeñas cantidades pueden ocasionar problemas agudos o crónicos, e incluso la muerte. Su etiquetado debe contener un pictograma con la letra T.
Nocivos: Al ser inhalados, ingeridos o por penetración cutánea pueden provocar efectos agudos o crónicos, e incluso la muerte. Su etiquetado debe contener un pictograma con la expresión Xn.
Corrosivos: En contacto con los tejidos vivos pueden ejercer una acción destructiva de los mismos. Su etiquetado debe contener un pictograma con la letra C.
Irritantes: En contacto con la piel o las mucosas pueden provocar una reacción inflamatoria. Su etiquetado debe contener un pictograma con la expresión Xi.
Sensibilizantes: Por inhalación o penetración cutánea pueden ocasionar una reacción de hipersensibilidad, de forma que una exposición posterior a esa sustancia o preparado puede dar lugar a efectos negativos.
Carcinogénicos: Por inhalación, ingestión o penetración cutánea, pueden producir cáncer o aumentar su frecuencia.
Mutagénicos: Por inhalación, ingestión o penetración cutánea pueden producir alteraciones genéticas o aumentar su frecuencia.
Tóxicos para la reproducción: Si se inhalan, ingieren o penetran a través de la piel pueden producir efectos negativos no hereditarios en la descendencia o aumentar la frecuencia de éstos, o afectar de forma negativa a la función o a la capacidad reproductora.
Las sustancias y preparados carcinogénicos, mutagénicos y tóxicos para la reproducción, se diferencian según su grado de peligrosidad en categorías 1, 2 ó 3.
Peligrosos para el medio ambiente: atendiendo a sus efectos sobre el medio ambiente, las sustancias o preparados que presenten o puedan presentar un peligro inmediato o futuro para uno o más componentes del medio ambiente se denominarán peligrosos para el entorno natural. Su etiquetado debe contener un pictograma con la expresión -N.
  1. Las frases tipo R, que indican los riesgos específicos derivados de los peligros de la sustancia.
  2. Las frases tipo S que, a través de consejos de prudencia, establecen medidas preventivas para la manipulación y utilización de la sustancia.




 

Etiquetado de alimentos

Etiquetado de alimentos:
La lectura de la etiqueta de un producto alimenticio debe aportar toda la información necesaria para un correcto consumo del mismo, puesto que aquélla ha de incluir los siguientes aspectos:
a) HIGIÉNICO (fechas de consumo preferente y caducidad, así como los medios de conservación del producto).
b) NUTRICIONAL (relación de los ingredientes, aditivos, conservantes, etc.).
c) ECONÓMICO (peso del producto y su relación el precio).
El usuario debe rechazar todo alimento envasado que carezca de etiqueta o que la presente insuficiente o incorrecta.
En envases considerados pequeños, es decir con una superficie inferior a diez centímetros cuadrados, sólo será obligatorio incluir la denominación del producto, la cantidad neta y el marcado de las fechas.
El etiquetado estará escrito, como mínimo, en la lengua oficial del Estado (el español o castellano), aunque el producto sea de importación, salvo cuando se trate de productos tradicionales elaborados y distribuidos dentro del territorio de una Comunidad Autónoma con lengua oficial propia.
Las indicaciones de la etiqueta deben ser fácilmente comprensibles y deben estar en un lugar destacado, de forma que sean fácilmente visibles, legibles e indelebles. Las indicaciones obligatorias del etiquetado no deben ser disimuladas, tapadas o separadas de ninguna forma por otras imágenes o indicaciones.

La etiqueta de un producto alimenticio ha de incluir obligatoriamente la siguiente información:
a) Denominación de venta del producto.
b) Lista de ingredientes.
c) Cantidad de determinados ingredientes o categoría de ingredientes.
d) Grado alcohólico en las bebidas con una graduación superior en volumen al 1,2 %.
e) Cantidad neta, para productos envasados.
f) Fecha de duración mínima o fecha de caducidad.
g) Condiciones especiales de conservación y de utilización.
h) Modo de empleo, cuando su indicación sea necesaria para hacer un uso adecuado del producto alimenticio.
i) Identificación de la empresa: nombre, razón social o denominación del fabricante o envasador o de un vendedor establecido dentro de la Unión Europea y, en todo caso, su domicilio.
j) Lote.
k) Lugar de origen o procedencia.